10 may 2009

A merced de Tatsumi


A Drifting Life
Yoshihiro Tatsumi
D&Q
2009



-¡Estamos en Tatsumi! (mejor dicho, a la deriva)

Tomo la expresión de Wayne Gorbea porque el nuevo libro del siempre interesante Yoshihiro Tatsumi es una verdadera maravilla que tiene el mismo carácter de himno-que-define-tendencias que ha tenido la canción "Estamos en salsa". A drifting life (Una vida a la deriva) es de lejos uno de los mejores libros del año porque es un manifiesto estético disfrazado de reconstrucción autobiográfica que le da una nueva (e interminable) pertinencia al noveno arte como lenguaje artístico contemporáneo. Más allá de las ediciones para coleccionistas y los catálogos de intra-referencias que confundimos con elaboración y complejidad estética (léase el fenómeno Moore o el fenómeno Michael Chabon), Tatsumi es una de la voces más importantes de la historieta mundial no solo por su papel como precursor del Gekiga en Japón en lo años sesenta sino porque detrás de su propuesta narrativa se esconde la clave del futuro del noveno arte. En A drifting life, el autor nos habla sobre como se conecta su vida con su obra de tal manera que una se vuelve la otra. Tatsumi es gekiga como gekiga es Tatsumi. Algo así como Harvey Pekar con American Splendor pero de una manera totalmente distinta.

Yoshihiro Tatsumi asume el alter-ego de Hiroshi Katsumi para hablar de su juventud desdo el final de la Segunda Guerra Mundial (Kaboooom!) hasta el principio de la años sesenta, más específicamente hasta las protestas por la ratificación del tratado de cooperación y seguridad entre Japón y Estados Unidos en 1960. Entre estos dos momentos, Tatsumi logra retratar con pistas y detalles varios aspectos de su desarrollo personal y de su entorno. Habla sobre su vida familiar (especialmente sobre su relación con su hermano que también es historietista y que, como era de esperarse, es todo lo que él no es).

También retrata el andamiaje del mundo de las editoriales de manga y las distintas transformaciones que sufrió dicho mercado en ese tiempo: la sombra de Tezuka, el boom de las revistas de historias cortas y de las tiendas de alquiler, el paso de las tiras de cuatro cuadros a formatos más extensos, los cambios en el dibujo, la influencia del cine y el Hard Boiled norteamericano y, sobre todo, la constante puja entre autores y editoriales, uno de los temas claves del cómic en Japón. Entre todas estas fuerzas y tendencias, de las que Tatsumi es directo protagonista, el autor construye las bases de su versión del arte secuencial y de mirada de la realidad. Aunque después de leer sus más de 800 páginas uno podría pensar que Tatsumi dejó por fuera la mejor parte (su madurez como artista, su mirada social a la vida urbana en el Japón moderno), la novela termina en el momento justo. Tatsumi nos acaba de hacer entender (que es distinto a contar) qué hay detrás de su pluma y por qué su obra siempre estará a la deriva.

A drifting life de Yoshihiro Tatsumi es un recomendado del tamaño del monte Fuji.

D&Q tiene este muestra disponible en pdf.